sábado, 1 de mayo de 2010

MAYO: MES DE NUESTRA SANTÍSIMA Y AMADA VIRGEN MARÍA


Porque todo lo que nos rodea nos debe recordar a nuestro Creador, este mes se lo dedicamos a la más delicada de todas sus creaturas: la Santísima Virgen María, alma delicada que ofreció su vida al cuidado y servicio de Jesucristo, nuestro redentor.

¿Qué se acostumbra hacer este mes?
  • Ofrecimiento de flores a la Virgen: Este es el mejor regalo que podemos hacerle a la Virgen. Regalar flores es una manera que tenemos las personas para decirle a alguien que la queremos mucho. A la Virgen le gusta que le llevemos flores y, también, si se puede, le podemos cantar sus canciones preferidas.


  • Reflexionar en los principales misterios de la vida de María: Reflexionar implica hacer un esfuerzo con la mente, la imaginación y, también, con el corazón, para profundizar en las virtudes que la Virgen vivió a lo largo de su vida. Podemos meditar en cómo María se comportó, por ejemplo, durante:
    • la Anunciación
    • la Visita a su prima Isabel
    • el Nacimiento de Cristo
    • la Presentación del Niño Jesús en el templo
    • el Niño Jesús perdido y hallado en el templo
    • las Bodas de Caná
    • María al pie de la cruz.

  • Recordar las apariciones de la Virgen: En Fátima, Portugal; en Lourdes, Francia y en el Tepeyac, México (La Guadalupe) la Virgen entrega diversos mensajes, todos relacionados con el amor que Ella nos tiene a nosotros, sus hijos.


  • Meditar en los cuatro dogmas acerca de la Virgen María que son:
    • 1. Su inmaculada concepción: A la única mujer que Dios le permitió ser concebida y nacer sin pecado original fue a la Virgen María porque iba a ser madre de Cristo.
    • 2. Su maternidad divina: La Virgen María es verdadera madre humana de Jesucristo, el hijo de Dios.
    • 3. Su perpetua virginidad: María concibió por obra del Espíritu Santo, por lo que siempre permaneció virgen.
    • 4. Su asunción a los cielos: La Virgen María, al final de su vida, fue subida en cuerpo y alma al Cielo.

  • Recordar y honrar a María como Madre de todos los hombres: María nos cuida siempre y nos ayuda en todo lo que necesitemos. Ella nos ayuda a vencer la tentación y conservar el estado de gracia y la amistad con Dios para poder llegar al Cielo. María es la Madre de la Iglesia.


  • Reflexionar en las principales virtudes de la Virgen María: María era una mujer de profunda vida de oración, vivía siempre cerca de Dios. Era una mujer humilde, es decir, sencilla; era generosa, se olvidaba de sí misma para darse a los demás; tenía gran caridad, amaba y ayudaba a todos por igual; era servicial, atendía a José y a Jesús con amor; vivía con alegría; era paciente con su familia; sabía aceptar la voluntad de Dios en su vida.


  • Vivir una devoción real y verdadera a María: Se trata de que nos esforcemos por vivir como hijos suyos. Esto significa:
    • Mirar a María como a una madre: Hablarle de todo lo que nos pasa: lo bueno y lo malo. Saber acudir a ella en todo momento.
    • Demostrarle nuestro cariño: Hacer lo que ella espera de nosotros y recordarla a lo largo del día.
    • Confiar plenamente en ella: Todas las gracias que Jesús nos da, pasan por las manos de María, y es ella quien intercede ante su Hijo por nuestras dificultades.
    • Imitar sus virtudes: Esta es la mejor manera de demostrarle nuestro amor. Rezar en familia las oraciones especialmente dedicadas a María.